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La quinta corrida de la feria del Sol de Mérida, al occidente venezolano llegó a feliz termino con otro llenazo hasta la bandera se lidiaron reses de la ganadería venezolana de “Rancho Grande” y “El Prado”, bien presentados, bravos, nobles y desiguales en su juego, indultándose el sexto de la tarde de nombre “Pajarito” de numero 82 con 442 kilogramos de Rancho Grande, por el matador de toros venezolano nacido en tierras merideñas Leonardo Rivera.

En primera oportunidad se presentó el matador de toros Javier Conde, quien se topo con “Don Pablo” de “El Prado” con el numero188, de 432 al que recibió con tres verónicas y solicitó cambio de tercio, con la muleta trato de ejecutar una faena coreográfica de las que tiene acostumbrada realizar ante un toro poco colaborador, justificándose con el público. En el segundo en suerte y cuarto de la tarde se enfrentó a “Desteñio II” de número cinco, con 425 kilos al que recibió con mucha más entrega con el capote se adorno recibiendo los aplausos, el tercio de muleta lo inicio por doblones para de manera inmediata ensayar su ballet clásico escucho música y recibió una oreja.

En segunda oportunidad actuó el diestro “Morante de La Puebla” en sustitución del matador Francisco Rivera Ordoñez, Morante se encontró con “Bienvenida” de 460 kilos de número 16 de “Rancho Grande”, con el que adoptó una forma ortodoxa con el capote lo que le valió recibir los aplausos se esperaba más del diestro español quien se justifico con el segundo de la tarde. En el segundo de su lote “Manocano” con 228 kilos de “Rancho Grande” y como no hay quinto malo las cosas fueron diferente salió con entrega y disposición realizando una faena más variada con el capote escucho música en su faena muy variada, con media estocada sucia la comisión le otorgo dos orejas para complacencia del público.

En tercera oportunidad en su patio lidió Leonardo Rivera, de excelente corte y profesionalismo, bien plantado en la arena del coso que lo vio nacer como torero reventó las expectativas de la tarde, demostrando que su preparación en México le ha dejado grandes enseñanzas, con el primero de su lote un toro de 440 kilos, de número 53, de “Rancho Grande” con el nombre de “Collado”, con el capote estuvo con estampa mexicana y bien plantado, el tercio de rehiletes fue realizado por fuerte petición del público al que Rivera le respondió colocando tres portentosos pares en todo lo alto, con la muleta realizo una faena agradable, variada con temple mando y valor escucho música y lamentablemente probo el amargo sabor del pinchazo.
Con el segundo de su lote el sexto de la tarde salió con más entrega y entusiasmo bien plantado ejecuto verónicas cernidas en todos los medio, de igual forma el tercio de rehiletes lo ejecuto con profesionalismo colocando tres portentosos pares en todo lo alto a “Pajarito” de numero 82 con 442 kilogramos de Rancho Grande, con la muleta lidió un toro noble que iba a la cita de rivera al que mando y templo en toda la faena escucho música y antes de parar la misma y cambiar el simulado por el acero las 18 mil almas que se encontraba en la monumental plaza de toros solicitaron el indulto, sin embargo los miembros de la comisión taurina le exigieron más a Rivera quien complació las retinas de los aficionados indultando al sexto y ultimo de la tarde.